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sábado, 30 de octubre de 2010

ROSARIO DE LA LIBERACION

NO TE HE DICHO QUE SI CREES VERAS LA GLORIA DE DIOS.
JESUS LE DIJO VE TU FE TE HA SALVADO.
POR ESO OS DIGO TODO CUANTO PIDAIS EN LA ORACION,
CREED QUE YA LO HABEIS RECIBIDO Y LO OBTENDREIS.
YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA NADIE VA EL PADRE SI NO POR MI.


ROSARIO DE LA LIBERACION

Este rosario es basado en la Palabra de Dios y debe ser rezado con fe para glorificar el nombre poderoso de Jesús y pedirle cura, salvación y liberación. Debe ser rezado por una intención de cada vez: conversión, casamiento, familia, salud, trabajo, parientes, amigos, enemigos, etc. Esta intercesión tocará el corazón de Dios, porque ella es realizada en el nombre de Jesús y de acuerdo con la Palabra de Dios, y el efecto de ella se hará sentir rápida y poderosamente.

¡La Palabra de Dios sanando su vida! Haga como millares de personas en todo el mundo y clame: ¡Jesús, ten piedad de mí!
FORMA DE REZARLO:

Como rezarlo?
En extrema urgencia, el Rosario de la Liberación puedes rezarlo por siete días, tres veces al día, comenzando con esta oración. Luego, lo puedes seguir rezando las veces que tu corazón te lo pida.
El Rosario de la Liberación comienza con la Oración Inicial y el Credo y termina con la Salve y la Oración Final. En cada cuenta del Padrenuestro, nosotros vamos a proclamar la Palabra de Dios: "Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres" (Juan 8,36).

ORACIÓN INICIAL
"Señor Jesús, te agradecemos que, Tú, por Tu misericordia y piedad, hayas suscitado esta oración poderosísima que produce frutos maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la familia y en la vida de las personas por las que oramos.
¡Gracias, Jesús, por Tu infinito amor por nosotros! Padre Celestial, nosotros te amamos.
Padre con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de Tu Espíritu en nuestro corazón.
¡Padre!, queremos vaciarnos de nosotros mismos para que el Espíritu Santo, pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.
Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.
Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones, preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.
Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu; las preocupaciones de y por la familia y el trabajo; los problemas de orden financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.
Señor; que el poder redentor de la Sangre de Jesús venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda mala influencia.
¡¡¡Jesús, Ten piedad de mí!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de____!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!!
Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades, flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu, en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia, trabajo, vocación.
¡¡¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!!! ¡¡¡Llénanos con Tu poder y con Tu vida!!!
¡¡¡Ven, Espíritu Santo de Dios!!! ¡¡¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!!!
Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de Dios proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él opere en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, ¡¡¡Amén!!!

CREDO NICENO
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios Verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen; y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

SI ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera,
yo seré verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!

SI ORAMOS POR LA FAMILIA
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia,
mi familia será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!

SI ORAMOS POR UNA PERSONA
Por ejemplo, José, lo harás así:
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),
José será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación)!

SALVE
¡Dios te salve, Reina y Madre! ¡Madre de misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra! ¡Dios te salve!
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.
Te pedimos, Jesús, que Tú poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra.
Amén. ¡Aleluya!

Hagamos esta oración con mucha Fé, solo liberados podemos ayudar a otros a liberarse...Dios nos Bendiga, Amen

sábado, 9 de octubre de 2010

Calidad de Vida Diez Mandamientos SGC

LOS DIEZ MANDAMIENTOS PARA SABER ENVEJECER


1.- Cuidarás tu presentación día a día.

Arréglate como si fueras a una fiesta.

¡Qué más fiesta que la vida! El baño diario,

el peinado, la ropa, todo atractivo,

oliendo a limpio, a buen gusto.

El buen gusto es gratuito, no cuesta nada.

Que al verte se alegren tu espejo

y los ojos de los demás.





2. - No te encerrarás en tu casa

ni en tu habitación.

Nada de jugar al enclaustrado

o al preso voluntario.

Saldrás a la calle y al campo de paseo.

"El agua estancada se pudre

y la máquina inmóvil se enmohece".



3. - Amarás el ejercicio físico como a ti mismo.

Un rato de gimnasia, una caminata razonable

dentro o fuera de casa, por lo menos abrir la puerta,

regar las rosas, contestar el teléfono, baila aunque

estés solo, haz cualquier movimiento

que te despegue de la cama y del sillón.

"Contra pereza, diligencia".



4. - Evitarás actitudes y gestos

de viejo derrumbado, la cabeza gacha,

la espalda encorvada, los pies arrastrándose.

¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas:

"¡Qué rectito el señor!, ¡qué guapa la señora!"

Recuerda: las canas... ¡se tiñen! y las arrugas...

se disimulan con una amplia sonrisa!

pero el arrastrar de pies....

eso sí es signo de vejez!



5. - No hablarás de tu edad ni te quejarás

de tus achaques, reales o imaginarios...

Acabarás por creerte más viejo

y más enfermo de lo que en realidad estás

y te harán el vacío.

A la gente no le gusta oír historias de hospital.

Cuando te pregunten ¿Cómo estás?,

contestarás que: ¡Muy bien! ¡Divinamente!



6. - Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas.

Al mal tiempo, buena cara. Sé positivo en los juicios,

de buen humor en las palabras, alegre de rostro,

amable en los ademanes. No seas un viejo amargado.

Se tiene la edad que se ejerce. La vejez

no es cuestión de años sino un estado de ánimo.

"El corazón no envejece"

(el cuero es el que se arruga).



7. - Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás.

No eres un parásito ni una rama desgajada

del árbol de la vida.

Bástate a ti mismo hasta donde sea posible.

Y ayuda, ayuda con una sonrisa, un consejo, un servicio.

Al abrirte a los demás, dejarás de estar pensando

en un "yo" angustiado y solitario.

"Solo cuando se abre la nuez, aparece la almendra".



8. - Trabajarás con tus manos y con tu mente.

El trabajo es la terapia infalible.

Cualquier actitud laboral, intelectual, artística.

Haz algo, lo que sea y lo que puedas.

Una ocupación artesanal, un rato de lectura,

un trozo amable de TV, la música.

La bendición del trabajo es medicina para todos los males

y si ya estás jubilado, ocúpate en actividades de servicio,

los hospitales, asilos, iglesias, etc.

siempre necesitan manos que ayuden.



9. - Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas.

Desde luego, las que se anudan en el hogar,

integrándote a todos los miembros de tu familia.

Ahí tienes la oportunidad de convivir con niños,

jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida.

Convive, pero sin inmiscuirte en los problemas de los demás, a menos que expresamente te pidan un consejo,

recuerda: "Ver, oír y callar." (lo que estás en rojo es muy

importante tomarlo en cuenta)



10. - No pensarás que "todo el tiempo pasado fue mejor".

Deja de estar condenando tu mundo

y maldiciendo tu momento. No digas a cada palabra:

"las cosas andan mal, allá en mi tiempo...",

"recuerdo que antes..." No vivas de recuerdos,

mira hacia el futuro con alegría.

Ponte nuevas metas, haz planes, sueña...!

Positivo siempre, negativo jamás.

Toda persona debiera ser como la Luna:

destinada a dar luz...

y como el Sol siempre dando calor..